Surf Traveller


EL BODYBOARD

17.11.2014 00:20

 

 

Es curioso cómo se agudiza el ingenio cuando uno necesita llevar a cabo alguna acción en según qué tipo de situaciones. La necesidad de surfear de los polinesios hizo que aquello que empezó por algo prácticamente rutinario para ellos, se convirtiese con los años en un deporte, una afición, o  incluso en un estilo de vida para millones de personas.


Durante varios siglos, estos hombres se pasaron sus vidas cabalgando diferentes listones de madera, entre otros materiales flotantes, como las hojas de palmera (por extraño que resulte) a lo que denominaban paipo (en hawaiano), un término que hacía referencia a unas pequeñas tablas de más o menos metro y veinte de largo y que al principio eran el pasatiempo de los niños que se desplazaban tumbados en ellas surcando las aguas. Hasta que llegaron a extenderse de manera mucho más común, pasaron multitud de generaciones, pero dado que el surf en vertical se popularizó sobre los años 30 y tomó mucho peso en todo el mundo, los paipos estuvieron a punto de desaparecer en los años 60, quedando prácticamente ocultos bajo su sombra.



 Sin embargo, el nacimiento del bodyboard, que se data oficialmente del 7 de Julio de 1971, no precisó más que una sierra eléctrica para trinchar carne, una plancha, una estera, papel de periódico y las manos de Tom Morey. Este constructor de tablas de surf con amplios conocimientos matemáticos y en ingeniería, se había retirado a Hawai dejando su negocio en California para relajarse y dedicarse a diseñar en la isla. Ese nombrado 7 de Julio el mar tenía unas condiciones óptimas para surfear, y mientras Tom Morey observaba las olas, el hecho de no tener consigo ninguna de sus tablas de surf hizo que decidiese tomar estas rudimentarias herramientas y comenzar a fabricar el primer bodyboard de la historia. Cogió la sierra de trinchar y una plancha y empezó a darle forma a un trozo de espuma de polietileno utilizando como plantilla un estera de forma rectangular. La cubrió de cola y la empapeló con papel de periódico nombrándola S.N.A.K.E (Side Navel Arm Knee Elbor). Sin lugar a dudas era algo realmente sencillo de producir y todavía más fácil de navegar. Había nacido el bodyboard.

En el 1973 Tom Morey patentó la marca Morey Boogie por tan sólo 10 dólares, y cuenta que regateó con insistencia para pagar lo menos posible a la famosa revista Surfing Magazine para que promocionaran su corcho. Y la verdad es que fue tan pesado que finalmente tuvo la gran suerte de que le concedieron un anuncio a muy bajo precio a media página durante algún tiempo. Gracias a esto, la demanda de corchosse dispara de una manera exagerada alcanzando en el año 77 unas 80.000 tablas al año.


 De esta manera tan poco corriente, nació el bodyboard y a diferencia del surf, este ofrecía la posibilidad de disfrutar de las olas prácticamente a cualquiera, tanto por los precios realmente asequibles, como por la falta de trabas para aquellos que disponían de menores cualidades físicas o habilidades, con lo que se catapultó y su popularidad fue reconocida en todo el mundo.

 Sin embargo, no todo eso trajo consecuencias positivas. Al principio la masificación de este deporte dió lugar a diferentes disputas entre los surfistas y los bodyboarders a la hora de pillar una ola y es que como el bodyboard no requería de ningún tipo de aprendizaje previo, la ignorancia de estos provocó graves situaciones de peligro para los surfistas y para ellos mismos. Durante algún tiempo los que practicaban bodyboard fueron tratados como si fueran una lacra, y las humillaciones por parte de los surfistas eran desmesuradas; sin embargo y a pesar de esto, el bodyboard seguió en pleno auge y el que cada vez se sumara más gente hizo que entre todos tomaran la determinación de empezar a profesionalizarlo y pasar a celebrar competiciones


 En 1979 se celebró el primer campeonato de bodyboard, llamado Morey Gap y se disputó en la playa de Huntingon, en California. El ganador fue el que sería posteriormente surfista, Mike Lambresi, dejando así una interesante huella en la historia de la competición del bodyboard.

 La multiculturalidad del bodyboard ha terminado adquiriendo un carácter más global del que tiene elsurf, aunque este también se halla extendido de una manera asombrosa con el paso de años.
 Aunque el surf siga siendo el deporte estrella de las olas, el bodyboard empieza a alcanzar una posición tan grande que muchos se plantean que lo supere dentro de no mucho tiempo.

En la actualidad, el bodyboard es el espejo en el que se miran muchos surfers para realizar maniobras espectaculares. Kelly Slater ya ha tratado de emular algunas como el A.R.S. o el aerial reverse spin en competiciones internacionales (como el Pipe Masters'99). Los ojos de los que practican surf está claro que ya hace tiempo que se posan sobre las proezas que se realizan en el mundo del bodyboard, ahora solamente queda saber qué es lo que sucederá con ambos deportes. Tendremos que seguir atentos a todo esto que comenzó como una rivalidad y que ahora toma unas directrices completamente diferentes. De momento os dejo el trailer del primer documental sobre bodyboard y su historia, hecho en Galicia y que tiene muy buena pinta.

 

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